… en estos momentos, solo te anima a seguir luchando, pensar que la lona está demasiado fría para tu rostro, el cual está tan dañado como diferentes órganos vitales … por un lado sería un preciado bálsamo a este calvario y sufrimiento que estas pasando, pero tu orgullo te impide hincar las rodillas, tu constancia y entrega siempre te sacó de otros cuadriláteros más difíciles, además hay muchas ilusiones puestas en ti, debes seguir ahora más que nunca….
… tu mente se distrae con pensamientos banales, confundes el clamor de los espectadores (los cuales sin escrúpulo alguno apostaron en tu contra delante de ti), con el ir y venir de los golpes que se asientan uno tras otro en tu rostro, en tu pecho, en tu vientre … todo tu interior está descolocado, casi tanto como tu mente en este momento vas a la deriva, no encuentras salida y la campana anunciando el fin de este primer asalto no termina de sonar, la cuerda superior parece no resistir el peso de tu cuerpo, pero en este momento es lo único que te puede mantener en pie; a la izquierda ves de reojo a tus padres que intentan animarte, pero el rostro desgarrado de tu madre indica que la situación desde fuera tampoco pinta bien, tu padre con su cigarrillo negro encendido entre sus labios y otro apagado en su mano derecha, casi ni se inmuta, aunque ya no te sorprende, él ya se hubiera empezado a balancear de un lado para otro, jugando con los pies para intentar estudiar al adversario, ya hubiera lanzado algún que otro derechazo de los que aprendió en el servicio militar, aunque nunca llegó a enfundarse un par de guantes de boxeo, nunca se puso un protector bucal … pero no puedes reprocharle nada pues vino a verte, a apoyarte aunque le duela verte sufrir. Sabes que lo hace todo por ti y tus hermano pero es así y en estos minutos agónicos son de gran ayuda sus ojos penetrantes. …. apostaron parte importante de los ahorros que en muchos años consiguieron acuñar con tesón y entrega como lo demuestran sus cansados huesos … tienes que aguantar y ello te hace timidamente defenderte a duras penas ...