El viaje no es demasiado largo, pero si contiene demasiadas curvas, subidas y bajadas, solo debes anhelar y buscar que en el camino te acompañe alguien querido, cuidarlo y procurar que en tu caravana se suba mas gente. Así veo yo la vida.

viernes, 26 de febrero de 2010

Morir en Sevilla

Hace ya unos meses decidimos mi señora y yo regalar a su padre por su cumpleaños un libro, el cual cuenta con unas muy buenas críticas y que yo a su vez tenía ganas de leer, con lo que hicimos un poco de trampa, pero …. que vorazmente él se leyó, tras terminarlo me lo pasó e igualmente (teniendo en cuenta mi poca costumbre de leer) yo comencé en nuestras vacaciones en Almería como loco a leer y realmente me enganchó ya que llevaba tiempo buscando un libro de historia de Sevilla y me comenzó gustando bastante pues te cuenta la historia de un pintor sueco (Jovinge) que llega a Sevilla en mayo del 1936 con el fin de plasmar la vida de los españoles y en este caso sevillanos de la época, entablando conversaciones con gente conocida y no tan conocida de Sevilla independientemente de su profesión y/o pensamiento político. Haciendo caso omiso a las recomendaciones de conocidos que intuían lo que iba a suceder permanece aquí hasta que en estalla la guerra. Momento en que el libro para mí (según tenia entendido escrito por un historiador) pierde todo su encanto y se convierte en un autentico panfleto.

La culpa de que opine así del libro no la tiene nadie más que yo, pues además de ser un ignorante, tengo la costumbre de no leer nada ni del libro ni del autor de lo que voy a comenzar a leer, para que no me lo jorobe. Además a ésto tengo que unirle que yo quería seguir pensando que un historiador era imparcial, con lo que … ¿soy o no ignorante?.
En definitiva, se convirtió una autentica tortura terminarlo, pues se comentan cosas que desconozco si son así o no, pero creo que en una guerra mueren gente inocente en ambos bandos y no en uno solo.
El libro no lo recomiendo para nada como algo real, pero como novela está bastante bien, pues da muchísimos detalles de Sevilla en esos días, tantos que a veces considero que quizás sean demasiados, llegando a parecer una de esas batallita que cuentan las personas mayores y que escucharon campanas pero no saben exactamente donde.

2 comentarios:

Suntzu dijo...

Casualidades de la vida, yo ando leyendo otro libro suyo, "La otra memoria histórica". E independientemente de que uno lo pueda considerar un panfleto o no, lo cierto es que en estos últimos años parece que los muertos son solo de un lado. Y se olvidan las atrocidades (que las hubo) de los comunistas y anarquistas en los años supuestamente dorados de la II República, esa que tan bien vende Zapatero. Entiendo que este señor se centre en los que él considera olvidados por la historia. De todas formas, viene bien conocer las dos versiones y sacar luego la propia.

Un abrazo.

M. Jesús dijo...

No te pongas tan ofuscada tonta, solo los necios como yo caemos en la tentación de creernos todo lo que nos dicen. Y ... sí, parece que demasiada gente es tan estupida que cree que en una guerra alguien gana y otro pierde, que unos son los buenos y otros los malos ... acaso confundimos las peliculas con la realidad?. no pierden o perdemos todos? ...
Solo el hombre tropieza dos veces con la misma piedra aunque yo me atrevería a asegurar que incluso un ciento de veces tropezamos como las mocas chocan contra los cristales de una ventana, aunque ellas lo hacen para salir, nosotros en cambio ¿para qué o por qué lo hacemos?