Como llevo retraso, como de costumbre, no comenté, ni recomendé que leáis este libro, que a pesar de ser muy pequeñito, se lee muy, pero que muy bien.
Tiene un contesto algo oculto y es a simple vista un relato muy sencillo, aunque no es así, pues al final si prestas un poco de atención ves como la moraleja es muy buena.
Se lo regaló, nuestro estimado amigo del alma Geoffrey (en otros entradas denominado el chileno de los "w...") a mi esposa en su cumpleaños hace unos años y hasta ahora no lo cogí. Pero como ahora estoy en mi faceta de "lector" pues aproveche que tras dos libros de peso me leyera algo suavecito para coger fuerza y comenzar con el siguiente.
2 comentarios:
De este hombre me leí yo el gato que enseñó volar a la gaviota, o algo así. Me lo regalaron. No me gusta acordarme de quien me lo regaló. Umm, no es buen momento para Sepúlveda :P Pero garcias, lo tendré en cuenta.
Gracias por la recomendación. No he leído nada de él.
Besos
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