mi mejor regalo

Desde pequeñitos, nuestros padres, hermanos y demás personas adultas, se empeñan en enseñarnos sonidos, gestos, silabas sueltas hasta llegar a las palabras y frases. A su vez cuando vamos creciendo nos enseñan a entablar conversaciones y a medida que crecemos incluso nos preparan para recibir elogios y si me apuras criticas destructivas, pero nunca nos preparan para recibir palabras que tu inicialmente aprendiste con esfuerzo, así por ejemplo hace unas semanas, me encontré con la palabra “papa”, ya se que lo soy pero ... aún no me lo creo y ciertamente creo que hoy por hoy aún no estoy preparado del todo para serlo. Como demuestra la extraña pero agradable sensación que experimentó cada centímetro cuadrado de mi piel el día 19 de marzo y encontrarme con un regalo de mi pequeñita y mi esposa que evidentemente (y a pesar de que mi familia y amigos han sido más generosos de lo que yo pudiera merecer al regalarme infinitas cosas) se ha convertido en el mejor regalo material que he tenido nunca. A si pues: GRACIAS